El presidente Gustavo Petro recibió un nuevo revés político luego de que el Senado archivara su propuesta de reforma laboral. La Comisión Séptima votó mayoritariamente en contra del proyecto, con un resultado de 8 votos negativos frente a 6 positivos, dando por terminada su tramitación.
Argumentos en contra de la reforma
Los senadores que rechazaron la iniciativa argumentaron que esta no contribuía a fomentar el empleo formal ni solucionaba los problemas estructurales del mercado laboral colombiano. Este fracaso representa un duro golpe para el Gobierno Petro, que buscaba mejorar las condiciones de contratación y protección de los trabajadores.
Petro no se queda quieto: consulta popular y día cívico
Tras el revés legislativo, el presidente Petro anunció que convocará una consulta popular para que los colombianos decidan si respaldan o no sus propuestas laborales. «Si el Congreso no aprueba la reforma, el pueblo tendrá la última palabra», declaró el mandatario.
La consulta popular, mecanismo que requiere la recolección de firmas y la aprobación del Senado, permitiría que los ciudadanos voten directamente sobre los puntos clave de la reforma. No obstante, expertos advierten que este proceso podría demorar meses y enfrentar obstáculos legales.
Petro también convocó manifestaciones en todo el país para presionar al Congreso y demostrar el respaldo ciudadano a su propuesta. Incluso decretó un día cívico para facilitar la participación en las marchas del pasado 18 de marzo, aunque esta medida no logró influir en la decisión del Senado.
Críticas y tensiones políticas
La oposición criticó con firmeza la insistencia del Gobierno en sacar adelante la reforma laboral. Voceros políticos le han pedido al presidente que se enfoque en proyectos más viables y que busque consensos con el sector productivo.
Además, advierten que el fracaso de esta reforma podría replicarse en otras iniciativas clave del Gobierno, como las reformas en salud y pensiones, que también enfrentan fuerte oposición en el Congreso.
¿Qué sigue ahora?
El futuro de la reforma laboral está en manos de la reacción ciudadana y la capacidad del Gobierno para impulsar la consulta popular. Mientras tanto, el mercado laboral colombiano sigue marcado por altos niveles de informalidad y desempleo, sin cambios estructurales en el horizonte.
Con este panorama, la relación entre el Ejecutivo y el Congreso se tensa cada vez más, poniendo en jaque la gobernabilidad de Petro y dejando su agenda de reformas en la cuerda floja.