LO BUENO
– La asistencia masiva al coliseo de ferias que sorprendió a los organizadores y a los mismos visitantes del Manuel Victoria Rojas.
– El circo, lleno total en sus funciones con unos payasos que hicieron reír a todos, mayores y niños.
– Christian Nodal, su presentación enloqueció a todos
– La presencia de la Industria de Licores del Valle con sus productos Aguardiente Blanco del Valle y Ron Marquez en todos los actos de la 65 Feria de Tuluá.
– Los artistas de la zona de espectáculos. Desde el viernes con lluvia, todo el público disfrutó de la programación artística que culminó el lunes con lleno total. Todos los artistas anunciados se presentaron en la tarima principal, a excepción de Luisito Carrión que sufrió un problema cardiaco.
-La oficina de prensa. Información oportuna y detallada de todo lo que sucedía en el coliseo Manuel Victoria Rojas. Mención especial para Ovirne Alvarado, el encargado de las redes sociales y de las transmisiones en vivo que nos hizo vivir los mejores momentos a través de sus imágenes.
– La exposición de especies menores, donde se destacó el concurso canino. Lastimosamente una alerta sanitaria, días antes a la feria tulueña, nos imposibilitó presenciar la exposición de aves.
– Para destacar la zona de plantas ornamentales donde los platiceros se llevaron los aplausos de los visitantes.
-El bosque de la película Encanto, el sitio predilecto para la toma de fotografías.
– Los artistas del Pueblito Tulueño. Farid Moncada, quien recibió un merecido reconocimiento por su valentía y ser uno de los artistas de mayor reconocimiento en la Villa de Céspedes.
– Salsa Groove con su extraordinario saxofonista.
– El tulueño Alfredo Saldarriaga y su grupo de logística que llamó la atención.
– La presentación de Aterciopelados, la locura.
– Herencia de Timbiquí, una agrupación que tiene asegurados los aplausos y el cariño de la gente.
– El humorista Lucumí, llamado a la tarima por la agrupación Herencia de Timbiquí, recibió grandes aplausos de los presentes, aunque no era parte de la programación.
– La Plaza del Mecato, a cargo de la Cámara de Comercio. Los participantes no se podrán quejar porque el público los visitó y compró sus productos.
– La producción y montaje de la tarima del Pueblo Tulueño y la tarima central. El sonido fue de lo mejor.
– El pabellón donde los medios radiales se ubicaron para el cubrimiento de la 65 Feria de Tuluá y tener bien informados a sus seguidores.
-Los asados. El delicioso olor invadió nuevamente la plaza de comidas.
– El desfile de las bicicletas antiguas que recorrieron una buena parte de la Villa de Céspedes.
– La emoción de ver el reencuentro de los viejos amigos que volvieron a a estrecharse las manos.
LO FEO
– La limpieza del coliseo. La falta de recipientes para depositar la basura hizo que la gente tirara al piso los desperdicios y, los pocos que habían, mantenían llenos. Uno de los lunares de la feria.
– La falta de mesas en la zona de comidas en las horas pico que dejaron a más de uno comiendo de pie.
– Los baños. Poca cantidad para la inmensa asistencia de público, combinado con la nula limpieza de los mismos. Un verdadero asco.
– La desaparición del nombre de Aycardo Jiménez Cruz (karaña) de la tarima del Pueblito Tulueño.
– La tarima de la zona de comidas sobró y sería conveniente hacerle un estudio para la Feria 66.
– Los malos olores en la zona de comidas que expedía una alcantarilla que no fue reparada a tiempo.
– Los precios de los productos dentro del coliseo de ferias que asustaron a más de un visitante.
– La muerte de un equino en la cabalgata ferial a pesar de la atención de los profesionales que recibieron todos los caballistas.
– Faltó control de los organizadores de la cabalgata que permitió que los caballistas montaron sus equinos hasta la medianoche.
– Tristemente la actuación de unos pocos empañaron la buena labor que realizaron los integrantes de la atención al público en la zona de espectáculos.
LO MALO
– Muy endeble la requisa a la entrada al coliseo de ferias.
– La falta de control en la puerta de salida porque por allí entraron personas sin pagar.
-La inseguridad dentro del coliseo, donde el robo de celulares fue mayúsculo, especialmente en el concierto del lunes, en el que los ladrones aprovecharon el gran número de asistentes.
– Faltó socialización de la empresa que vendió las boletas de entrada al coliseo para evitar las interminables colas y la reventa.
– La falta de cajeros automáticos que hizo que los asistentes al coliseo dejaran de consumir los productos a la venta.
– El adoquinado del piso del coliseo ya es tiempo de cambiarlo porque a las personas adultas se les dificulta caminar por su desnivel.
– La contaminación auditiva. Los empresarios que montaron sus negocios abusaron del volumen de sus aparatos de sonido que molestó a los visitantes al coliseo de ferias.