La necropsia confirmó que los tres murieron tras inhalar fosfina, un gas altamente tóxico utilizado en labores de fumigación.
La revelación provocó una respuesta inmediata de la administración del hotel, que emitió un comunicado en el que responsabiliza a la empresa de fumigación Livingston & Company E.U., asegurando que la sustancia fue aplicada sin su consentimiento.
“El químico que causó la intoxicación corresponde a una sustancia utilizada sin nuestra autorización por la empresa de fumigación Livingston & Company E.U.”, señaló el pronunciamiento, calificando el hecho como una “flagrante violación de los protocolos establecidos”.
El hotel también afirmó que la información reportada por la contratista no coincide con los hallazgos de Medicina Legal:
“La empresa contratada, en quien confiábamos por su experiencia, reportó haber utilizado sustancias diferentes a las halladas por Medicina Legal en la necropsia, lo que evidencia inconsistencias en su actuación”, agregó.
La fosfina, sustancia identificada en el dictamen forense, es un compuesto químico altamente tóxico e inflamable, usado principalmente en agricultura y en el almacenamiento de granos para eliminar insectos y roedores. Su manipulación requiere estrictos protocolos de seguridad, dado que la inhalación puede provocar anoxia y la muerte en pocos minutos.
Las autoridades centran ahora su investigación en Livingston & Company E.U., empresa que opera en la isla desde 2007 y que ha suscrito contratos con entidades públicas locales, entre ellas la Contraloría de San Andrés y Santa Catalina en 2018 y 2019, así como labores de fumigación y limpieza en una institución educativa en 2020.
La Fiscalía busca a los propietarios y empleados de la firma para esclarecer los protocolos aplicados y determinar en qué condiciones se usó la fosfina dentro de las instalaciones del hotel.
Intentos de comunicación con la representante legal de la compañía resultaron infructuosos, pero fuentes cercanas confirmaron que la Fiscalía ya logró contacto con los dueños.
El gerente, Rodrigo Livingston, cuenta con formación académica como magíster en Educación con énfasis en Tecnología Educativa por la Universidad de Antioquia (2002–2005), además de experiencia en control de plagas urbanas y rurales, lo que lo ubica en el centro de las pesquisas.
Las investigaciones no solo buscan establecer la responsabilidad penal de Livingston & Company E.U., sino también determinar si en la isla existen restricciones contractuales para la prestación de estos servicios a hoteles y comercios, lo que podría redefinir los protocolos de control de plagas en San Andrés.
Mientras tanto, el caso sigue generando conmoción en la isla y en el país, en medio de la exigencia de respuestas claras sobre cómo un gas de uso agrícola terminó causando la muerte de una familia en un centro turístico.