Siempre se ha dicho que el poder de la fotografía radica en lograr registrar en una milésima de segundo un instante, un momento, un hecho y guardarlo para la posteridad.
Es el caso de la historia que en el marco de los 50 años, EL TABLOIDE trae y que tiene como protagonista a una niña que hace 25 años sirvió de imagen para mostrar la magnitud de la tragedia causada por el desbordamiento del Río Bugalagrande, un hecho que dejó centenares de afectados, un puente destruido y muchas ilusiones enterradas en el lodo.
Origen de la historia
La historia se remonta al 17 de abril del año 2000 que para más señas era un Lunes Santo y los habitantes de Bugalagrande se alistaban para vivir con todo el fervor la semana mayor, pero no contaban con que el río que baña esas tierras iba a bajar encañonado y enfurecido para llevarse el puente colgante e inundar viviendas, especialmente en el barrio El Edén. El amanecer evidenció la magnitud de los estragos que el afluente había causado al desbordarse de manera sorpresiva.
Fue entonces cuando llegó hasta este sector del centro del Valle el equipo periodístico de El TABLOIDE, del cual hacía parte José Alexánder Espejo, hoy día director de este Semanario, y quien como es su costumbre, empezó a disparar el obturador de su cámara para hacer una completa reseña gráfica de lo que había pasado en las tierras bugalagrandeñas.
De regreso a la redacción y tras iniciar el proceso de revelado de los negativos, una de las prácticas más engorrosas en lo relacionado con la parte gráfica de los impresos, puso al descubierto una imagen que una vez impresa mostró la dimensión de lo que había pasado.
La protagonista era una niña que, parada en la carrera 10 frente a una humilde vivienda y portando un balde en su mano y la mirada puesta en el horizonte, lucía desconcertada.
La imagen publicada en el collage de fotos que ilustraban la motiva, rápidamente se hizo popular entre sus coterráneos, a tal punto que el alcalde de la época, el médico Harold Durán Correa, la hizo ampliar y por varios años estuvo en el edificio municipal hasta que fue llevada a la Casa de la Cultura.
La búsqueda
Hace cerca de cinco años atrás, durante una de las visitas al municipio de Bugalagrande, surgió la idea de saber qué había pasado con la niña de la foto e indagando se logró el contacto; en ese momento no fue posible recordar la historia, pero en medio de la celebración de los 50 años de EL TABLOIDE se publicó la foto en nuestras redes sociales y el efecto viral hizo que una prima la etiquetara y ella misma la compartiera y fue así como se revivió el interés por la nota.
El reencuentro
Después de 25 años, el pasado martes se cumplio la cita con Alba Tascón Posso, ese es el nombre de la niña de la foto que hoy tiene 34 años. Es madre de un niño de ocho años, enfermera de profesión y quien conserva la misma timidez de aquella época.
En la entrevista concedida para elaborar esta nota contó que por muchos años negó ser ella la niña de la foto. «Siempre que me preguntaban yo decía que era mi hermana, pues sentía pena porque eran los días en que empezaban los enamorados», comenta en medio de su sonrisa nerviosa.
Para Alba, reencontrarse con la foto fue motivo de alegría y mucho más cuando se la mostró a su hijo, quien incrédulo le preguntaba si en verdad era ella. «Hoy, después de 25 años, valoro ese momento de mi vida, pues desde mi infancia sentía que lo mío era servir a los demás, quizá por eso hoy soy enfermera», comenta Alba, la niña de la foto.