«Este proceso formativo reviste gran importancia, ya que busca fortalecer las capacidades locales en prácticas agroecológicas sostenibles, fomentar la gestión responsable del territorio y aportar a la construcción de comunidades más organizadas, resilientes y comprometidas con la protección de los recursos naturales», indicó Yeraldín Grajales, titular de la dependencia. La agroecología busca que haya cosechas más limpias y saludables para el consumo humano, sin uso de químicos y que además fomente el cuidado y la preservación de bienes naturales como los ríos y los suelos.