La Agencia Meteorológica de Japón informó que el sismo ocurrió a las 8:25 a.m. hora local (23:25 GMT del martes) a unos 250 kilómetros al este de Hokkaido y a una profundidad de 19.3 kilómetros. Aunque el movimiento telúrico solo se sintió levemente en territorio japonés, se emitió una alerta de tsunami con olas que podrían alcanzar hasta 3 metros en las costas del norte del país.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico de EE.UU. confirmó la generación de un tsunami y advirtió sobre posibles afectaciones en Hawái, donde se esperaba la llegada de las primeras olas alrededor de las 7:00 p.m. hora local. También se emitieron advertencias y avisos para las Islas Aleutianas de Alaska y franjas de las costas de California, Oregón y Washington.
En la ciudad rusa de Petropavlovsk-Kamchatsky, la más cercana al epicentro, se registraron escenas de pánico. De acuerdo con la agencia estatal TASS, muchos residentes salieron apresuradamente de sus viviendas sin zapatos ni abrigos. Además, se reportaron cortes de electricidad, interrupciones en el servicio telefónico y movimientos violentos de muebles y vehículos.
El gobierno japonés activó un grupo de trabajo de emergencia para monitorear la situación y coordinar una posible respuesta. El sismólogo Shinichi Sakai, de la Universidad de Tokio, explicó que los terremotos de gran magnitud y poca profundidad pueden generar tsunamis destructivos, incluso a largas distancias.
Cabe recordar que a principios de julio, esta misma región experimentó una serie de cinco sismos submarinos, el más fuerte con una magnitud de 7.4.
Las autoridades de los países involucrados han instado a la población costera a mantenerse informada y seguir todas las instrucciones oficiales ante la posibilidad de olas peligrosas.