Aunque el caso fue atendido médicamente, a los voceros de las organizaciones que propenden por la defensa de las víctimas de la violencia sexual les llama la atención la lentitud con la que están actuando los despachos judiciales que conocen el caso. Sobre el hecho puntual de la menor, el proceso investigativo fue radicado en la Fiscalía 27 de Buga y hasta el momento de la redacción de esa nota no se había preferido ninguna acción contra el agresor que resultó ser el esposo de la tía de la menor afectada.
Siguen las fallas
María Jenny Ospina, quien en Tuluá y el Valle delCauca ha liderado diferentes movimientos en defensa de las mujeres y la población diversa, precisó que esa situación resulta lamentable y es el pan de cada día en el país. Reconoció que se han logrado avances en la activación de las rutas, pero precisa que se siguen presentando fracturas por la desarticulación que existe entre las entidades responsables de los procesos.
«Llama la atención que dependencias como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se esmeran por revisar lo referente a la patria potestad de los menores o que se cumplan con las citas médicas y con especialistas que se asignan en esos casos, pero no acompañan en temas como la nutrición y alimentación de quienes son víctimas de violencia sexual», comenta la líder social.
No hay acompañamiento
Ospina, igualmente explica que en el caso de la menor mencionada, por el contagio sufrido, fue medicada con fármacos demasiado fuertes que además de costosos requieren de un complemento alimenticio para evitar consecuencias catastróficas en la salud de la pequeña.
Precisa la señora Ospina Guevara que la desarticulación de la que habla se refleja en el hecho de que la atención de los casos de violencia contra los niños, niñas y adolescentes en el Centro de Valle está concentrada en Buga, un cambio que nunca fue socializado, lo que dificulta a las víctimas o a sus familias hacerle seguimiento. Son muchos los casos en los que se desiste de una acción penal por falta de recursos para desplazarse o simplemente porque no tienen el tiempo suficiente para adelantar los procesos, pues en su mayoría son personas de escasos recursos económicos que diariamente deben buscar el sustento para intentar vivir.
Llamado de atención
Ospina Guevara, llamó la atención sobre el papel de las redes sociales en la actualidad, pues si bien es cierto sirven en ocasiones para judicializar a los presuntos responsables de abuso sexual o de violencia, estas terminan en el escarnio público y sometida a todo tipo de comentarios. «Eso está pasando con Xiomara, la chica de Buenavertura que en unos días será una más en las estadísticas» precisa.