Por estos días los amantes de la lectura tienen en sus manos dos libros recién sacados de la imprenta. Sus autores: Gustavo Álvarez Gardeazábal, que lo presentó en un acto público en Cali como su última obra literaria, y John Jairo Gómez Aguirre, quien se estrena como escritor. Los dos textos de fácil lectura tienen aspectos que rayan con lo autobiográfico, aunque ninguno de los dos lo reconoce como tal.
El exalcalde y gobernador y además periodista escogió un nombre muy particular: El Papagayo Tocaba el Violín, señalando que la novela debió haber sido su biografía. «Terminé construyendo con los mismos elementos de mi vida un portal rococó, expresión veraz del goceta irredento que siempre fui», escribió el autor en el epílogo de su obra.
Por su parte, el también exalcalde y abogado tituló su libro A todos nos Toca con una frase en su portada que se convierte casi en advertencia: Mi historia puede ser la suya.
Curiosamente, la obra de Gómez Aguirre tiene en su contraportada un breve y suscinto escrito del autor de Cóndores no Entierran Todos los Días, donde invita a leer un libro que lleva en cada una de sus páginas un poco del corazón y el sentir del escritor.
El Papagayo Tocaba el Violín es un viaje imaginario por los diferentes estadios de la vida donde van y vienen personajes, que guardan familiaridad entre sí pero con diversos relatos cargados de imaginación.
Por su parte, a Todos nos Toca es un texto que recoge los días primeros del autor por las polvorientas calles de Farfán Viejo, la escuela Rubén Cruz, el Gimnasio del Pacífico y el ejercicio del poder con sus altas y bajas. Sin duda, dos libros para leer bebiendo una taza de café.