Dicho plan incluyó la fumigación con dos tipos de productos: un fungicida y un insecticida, con el objetivo de eliminar tanto los huevos como los insectos adultos. Además, se llevó a cabo la limpieza de los árboles para evitar que la plaga siga creciendo y que ponga en riesgo la salud de los habitantes de esta zona del occidente de Tuluá. Cabe recordar que las chinches, como tal, no son un riesgo para la salud de las personas.
Sin embargo, pueden ser molestos porque entran a los hogares en busca de calor y cuando son manipuladas causan picaduras que resultan molestas. Desde esta entidad se invitó a la comunidad para que reporten la presencia de los insectos.