A juicio de los voceros de ese sector, uno de los más vulnerables de la Villa de Céspedes, en los últimos años, los aspirantes a la alcaldía, al concejo y otros cargos de elección popular solo van por los votos y por allá no vuelven o cuando lo hacen es a llevar migajas.
En la actualidad la Junta de Acción Comunal es liderada por Wilmer Millán Moreno, quien lleva cerca de ocho años haciendo parte de ese organismo y quien dice estar dispuesto a seguir luchando para cambiar el imaginario que se ha creado entorno a La Santa Cruz.
Las necesidades
Al ser consultado sobre el tema, Millán Moreno saca una lista bastante larga que es encabezada por la carencia de pavimentos en el 45% de las calles del sector.
“Esa es una deuda que la municipalidad tiene con esta comunidad, pues en los últimos gobiernos han llevado pavimentos a todos lados y para La Santa Cruz nada, es como sino existiéramos o los impuestos que pagamos no valieran”, dice el dirigente tras explicar que la última obra de pavimento se llevó a cabo por iniciativa propia de la comunidad.
Ante la propuesta que maneja la Administración Municipal de volver a los pavimentos comunitarios, el dirigente asegura que aunque es gente de bajos recursos económicos están dispuestos a escuchar la propuesta del alcalde Vélez y espera que pronto los visite para que, de paso, se entere de otras necesidades de esa zona urbana tulueña.
Quieren un coliseo
Uno de los detalles más llamativos de la visita de EL TABLOIDE a La Santa Cruz es que tanto el presidente comunitario como otros habitantes se refieren a la cancha múltiple como una de las necesidades más sentidas.
“Yo estudié en la escuela del barrio, jugué en ese planchón de cemento, me gradué, ya soy profesional y a ese escenario no le han hecho nada” dice uno de los habitantes.
Añade que lo único que recibe la gente joven del barrio es la estigmatización por la condición social de vulnerabilidad y de paso represión de la policía que por momentos abusa de su autoridad.
Por esa razón, el presidente de la junta, Wilmer Millán Moreno, dice que el sueño es contar con una cubierta en ese espacio que es un viejo anhelo, pues además de campo deportivo le serviría para las actividades del organismo comunal.



Presidente JAC – Wilmer Millán Moreno
Les falta el muro
Otra de las grandes necesidades del barrio es que la CVC, la alcaldía, la gobernación del Valle y hasta el gobierno nacional tomen cartas en el asunto y construyan el Jarillón que proteja las viviendas del extremo sur del barrio colindante con el río Morales y que viven en riesgo permanente, pues todos los días la corriente del río se carcome el talud.
«Respecto a este tema nuestra mayor preocupación es con la gente que reside en Los Pinos, un «hermanito» de Santa Cruz, cuyas casas están próximas al cauce», precisa Millán Moreno al añadir que una vez las entidades públicas involucradas abran sus agendas se radicarán los escritos para ver si el nuevo año les trae los trabajos de mitigación que aleje el peligro.
«Es hora de actuar antes que ocurra una tragedia y ahí sí van a llegar con las soluciones», indica el líder barrial.
Inversión social
A los voceros de esta comunidad les genera preocupación el hecho que dependencias como el Imder, Arte y Cultura, encargadas de los programas de alto impacto social no se hagan presentes en un barrio como la Santa Cruz.
«Acá los únicos torneos deportivos los organizamos como junta comunal, pero es un lío lograr un patrocinio con trofeos o medallas», asegura.
«Esperamos que el 2025 sea el año de las buenas noticias para nuestro barrio, pues estamos y nos sentimos abandonados», puntualizó.