Duber Cubillos, representante de ese organismo de socorro en esta zona rural plana de Zarzal, precisó que tras la creciente del pasado 18 de marzo de 2025, se observó cómo el caudal del río se desbordó en varios puntos debido al mal estado del jarillón. Además, se identificó la presencia de palizadas de guaduas, las cuales obstaculizan el flujo del agua y agravan la situación.
Recordó que, durante la administración anterior, la Defensa Civil presentó varios observadores de riesgo sin que se lograra una respuesta oportuna a la problemática que se hace más compleja con el pasar de los meses y ante el recrudecimiento de las lluvias.
Acciones en marcha
El pasado martes, en conjunto con la Oficina de Gestión del Riesgo Municipal, la Subsecretaría de Infraestructura y la Cruz Roja, se realizó una inspección para evaluar la situación y definir las tareas a seguir.
De acuerdo con Cubillos, son varios los tramos afectados y que de presentarse una creciente como las de años atrás se podría causar una gran afectación al corregimiento y en especial al barrio La Frutera, habitado por más de 120 familias.
«Lo que se requiere es la inmediata acción de las entidades comprometidas con el tema para que se adelanten las obras de mitigación y evitar hechos que lamentar, pues por lo que se informa el periodo alto de lluvias aún no comienza», dijo Cubillos a EL TABLOIDE.