Para los quejosos es necesario que los responsables de esta tarea adopten las acciones necesarias para evitar la contaminación que se genera de manera permanente.
«La problemática no es nueva, solo que ahora han cambiado de sitio para adelantar este proceso que se hace de manera rudimentaria y los huesos y la piel que trasportan para su posterior procesamiento industrial genera olores dañinos que alteran nuestra tranquilidad además de exponernos a enfermedades», dijo uno de los afectados.
Agregó que antes la recolección y clasificación se hacía en una calle del barrio Sajonia, pero los vigilantes y vecinos daban aviso a la policía hasta que no lo volvieron a hacer, pero ahora han migrado a otro sitio.
«Lo que llama la atención es que este tipo de procedimientos que van en contravía del Código de Policía y las normas ambientales se hagan en la cara de las autoridades y nadie actúe para frenar la problemática», puntualizó el denunciante.