En caso de que la pandemia no conozca un rebrote, la contracción de la economía sería del 6,1 % en 2020 y la recuperación más intensa el que viene, con una mejora del PIB del 4,3 %.
A las medidas de confinamiento dictadas por el Gobierno para contener la pandemia, Colombia suma la contracción económica mundial, que impactó en sus exportaciones, la caída de los precios del petróleo y el endurecimiento de las condiciones financieras.
Pese a que la COVID-19 tuvo menor incidencia sanitaria en Colombia que en otros países vecinos por la rápida reacción del Gobierno y porque su población es muy joven, la pandemia provocó un desplome del PIB del 2,4 % en el primer trimestre del año, con un importante freno de la demanda, tanto exterior como interna.
Confianza y empleo en mínimos
La confianza de los consumidores no había alcanzado antes niveles tan bajos y el empleo registró mínimos históricos, a lo que se sumó un desplome de los mercados financieros, una explosión de la prima de riesgo y un devaluación del peso fomentado por la salida de capitales.
El Ejecutivo adoptó una serie de medidas que amortiguaron el impacto de la crisis, sobre todo en los sectores más deprimidos y que, a posteriori, “ayudarán a la recuperación gradual de la economía”, señala la OCDE.
La mejora, agrega, vendrá por un repunte en la confianza de los consumidores y un gradual restablecimiento de la inversión, a lo que contribuirá la bajada fiscal a las empresas adoptada en 2019.