El hecho se registró sobre las ocho de la noche en la Avenida Roosevelt con carrera 52, en pleno barrio Tequendama. En ese sector, Johan Stiven fue interceptado por un sujeto que le disparó prácticamente a quemarropa acabando con su vida, a pesar de que alcanzó a ser trasladado hasta la Clínica Imbanaco.
La víctima era un reconocido comerciante, oriundo de Tuluá, donde reside gran parte de su familia. Incluso, pasaba gran parte de su tiempo en la Villa de Céspedes, donde además hacía parte de un reconocido equipo de fútbol aficionado, denominado Profetas FC, que está integrado por comerciantes, funcionarios públicos, periodistas y algunos exfutbolistas profesionales.
Johan Stiven era un apasionado hincha del Deportivo Cali, pero además de jugar al fútbol, también era muy comprometido en las buenas causas sociales, pues apoyaba constantemente diversas campañas en pro de la comunidad.
También era muy conocida su afición por las motocicletas, de hecho constantemente se le veía rodando en una de alto cilindraje.
Stiven era padre de una niña, con familiares en diversos sectores y una persona muy estimada en el corazón del Valle.
Según algunas personas allegadas, señalaron que el señor Viedman Gómez residía en Ciudad Jardín, que es uno de los sectores más exclusivos del sur de la capital vallecaucana.