El fútbol es una pasión pero también es una oportunidad de crecer desde el qué hacer de todas las personas que giran en torno a su regreso a la primera división. Desde el panadero hasta la máxima autoridad, todos pueden potenciar el municipio como un destino turístico importante. Siempre lo ha sido, claro está; pero el balonpié profesional atrae mucho más que hinchas a un estadio; atrae inversión extranjera, si se hace la tarea bien hecha, y mucho más.
Por otro lado, la presencia de tres equipos del Valle del Cauca de nuevo en la liga, da la posibilidad desde lo estadístico, si se quiere, de figurar más, y con trabajo inteligente a lo largo de ojalá muchos años hacia adelante, imponer jerarquía, o hegemonía en casa; para impulsar al Valle del Cauca como vitrina para que la cantera de jóvenes talentosos dé frutos en el largo plazo es un dato no menor. Se requiere de personas con visión, con amor por la región, con talante para aprovechar esos espacios en los que se puede brillar con luz propia; justo ahora en el 2022 que viene una reactiva-ción económica a nivel global, cae como anillo al dedo.
Qué lindo sería para los admiradores del buen fútbol, que impere la paz siempre en los estadios, que las barras comprendan que “la pelota no se mancha” con actos que secuestren el show de la redonda, como decía Maradona. Para que las familias acudan sin temor a disfrutar de los duelos más emocionantes, donde el estadio 12 de octubre no era solo la casa del Cortuluá… Que bueno sería que vuelvan esos tiempos en los que se veía el estadio crecer en infraestructura para recibir más amigos de “la caprichosa” en el Corazón del Valle.