Nadie duda que Faustino Hernán Asprilla Hinestroza es uno de los futbolistas más importantes de Colombia y uno de los primeros en deslumbrar con sus gambetas en las canchas de Europa.
Muchos colombianos se acostumbraron a madrugar para verlo jugar en El Parma, club que le abrió las puertas y escribió páginas doradas que aún se recuerdan, como aquel 21 de marzo de 1993, cuando el Milán recibió al cuadro parmesano en el San Siro y con un golazo de tiro libre del tulueño acabó con un invicto de 58 fechas de la escuadra que dirigía Fabio Capello.

Del cielo al infierno
Pero las gestas del «Tino» que ya empezaban a descrestar a los entendidos en la materia quedaron en segundo plano por un episodio registrado un martes 13 de abril cuando se vio involucrado en un episodio que, en esa época cuando las redes sociales ni siquiera se asomaban, se volvió viral y en cuestión de horas la ciudad se colmó de periodistas y reporteros gráficos.
De acuerdo con los relatos que existen de la época, «El Tino» transitaba por una de las calles de Tuluá a bordo de su convertible cuando fue cerrado por un bus de la empresa Trans Tobar. El exfutbolista descendió del vehículo y tras una discusión con el conductor le propinó una patada al parabrisa, la cual le causó una lesión grave que lo sacó de las canchas por espacio de 30 días, siendo el peor castigo el perderse la final de la Recopa en el mítico estadio de Wembley ante el Royal Antwerp FC y donde los italianos alzaron el trofeo tras imponerse 3 goles por uno.
Contado por el propio deportista, hoy día panelista de ESPN Colombia, «ese día iba en carro, el conductor del bus me daña el carro, yo me salgo por la parte superior, veo el vidrio, meto la patada y como el vidrio no era de seguridad, al sacar la pierna me corté la pantorrilla».
La versión del alcalde
En ese momento el alcalde de Tuluá, Gustavo Álvarez Gardeazábal, fue quien habló del tema y en esa ocasión el mandatario aclaró que Faustino Asprilla no se encontraba en estado de embriaguez en el momento del incidente, desmintiendo así las versiones iniciales que sugerían lo contrario. La noticia de la lesión de Asprilla en ese momento fue recibida con tristeza en Italia, ya que el jugador colombiano era considerado uno de los mejores en la liga de primera división, que estaba a solo siete fechas de su conclusión.
No estaba de paseo
«Yo no vine a Tuluá con el ánimo de fiesta, de pasar un rato alegre con mis amigos, ni a ingerir licor. Si me vine desde Italia fue para visitar a mi señora madre que está enferma», dijo entonces frente al tema el propio «Tino».
«Me han querido perjudicar. Me iré lo más pronto de Colombia. Sólo quieren hacer de esto un gran escándalo. Nunca se da a conocer lo bueno que hago. De esto, nadie dice nada», apuntó el hijo del barrio Popular.
Testimonio médico
De ese incidente también se recuerdan las palabras del médico Hernando Guerrero, quien respondió sobre el particular que «no es mi incumbencia decir si un paciente llega al hospital en estado de alicoramiento. Él simplemente llegó y por la herida inmediatamente se procedió a la operación. Lo demás hace parte de la especulación».
El artillero tulueño, permaneció 14 horas en el hospital Tomás Uribe Uribe, tras ser internado e intervenido quirúrgicamente.
La frase de Maturana
También al hablar sobre el tema, el técnico Francisco Maturana dijo que Faustino fue al cielo y luego se devolvió, pues unas semanas atrás era titular de primera plana su gesta deportiva ante el Milan.
Los ojos de Tuluá
Por espacio de dos días Tuluá se vio invadida por periodistas de Cali y Bogotá, todos buscando datos o la foto exclusiva, varios de ellos junto a sus reporteros gráficos se apostaron horas enteras en las afueras del hospital en pos de una primicia informativa. La espera terminó cuando en silla de ruedas «El tino» dejó el hopital y la foto que publicó EL TABLOIDE la tomó Julio Diaz, «El valiente».