La mujer, que sin proponérselo se volvió un símbolo de la cultura zarzaleña, falleció a sus 84 años de edad en una clínica de Tuluá, tras afrontar diferentes afectaciones en su salud.
Luis Alberto Henao, concejal de Zarzal y quien lideró toda una cruzada años atrás para visibilizar su obra y lograr construirle una casa digna en el corregimiento de Limones, calificó la muerte de la poeta como una pérdida irreparable para la población y el Valle del Cauca.
«María Encarnación García era una leyenda viviente, una mujer que desde su humildad, nos enseñó cómo amar esta tierra y le dio sin restricción todo lo que sabía», dijo Henao.
Justamente tanto la alcaldía local como la gobernación del Valle le ridieron un homenaje en vida bautizando con su nombre a la casa de la cultura y con la creación de una sala de lectura en su residencia en Limones, el corregimiento que nunca abandonó.
Las honras fúnebres de esta mujer se cumplieron en la tarde del viernes en medio de un sentido adiós de sus paisanos.