Las personas podrán llegar a elegir las ilusiones sobre las realidades cuando no están seguras de lo que quieren en cualquier ámbito, llámese laboral o en el campo afectivo, ello es una constante. Es por ello que resulta fundamental centrarse en el presente y a partir de allí construir sobre piso firme para hacer cimientos profundos.
No es aconsejable renunciar a un empleo que se posee con condiciones dignas, solo por la posibilidad de que otro se dé en el corto plazo; es indispensable hacerlo cuando se esté totalmente seguro de que el puesto al que aspira ya está asegurado; en otras palabras, ya se ha firmado el contrato con el nuevo empleador.
Es por esto que, la legislación laboral ha cambiado, permitiendo la renuncia con efecto inmediato.
Tal es el caso del sector comercial, donde los vendedores pasan de empresa a empresa hasta llegar a una donde les va bien o logran mejores resultados.
Sucede también con profesionales que dejan algunos cargos en el tiempo mediano cuando aspiran a un ascenso que no llega, por lo que buscan un mejor salario con ese cargo anhelado en otra empresa.
n las relaciones de pareja sucede algo parecido. En este ámbito, la inestabilidad podría llegar desde cualquier arista, por lo que el diálogo es fundamental. Una persona que no acepte sus errores y solo se limite a devolver cada reclamo con otro, solo logrará profundizar el conflicto hasta que ya no quede más de qué hablar.
Y es que una falsa ilusión, o un amor virtual, puede destruir una relación real y estable que se centra en solucionar las necesidades más apremiantes de la vida en pareja quedando solo inestabilidad.