El caso por el homicidio de Jaime Esteban Moreno, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de los Andes, ocurrido en la madrugada del pasado 31 de octubre en Bogotá, sigue generando conmoción y nuevos avances judiciales.
En las últimas horas se conoció que el segundo hombre implicado en la golpiza mortal habría escapado del país y estaría en territorio venezolano, según confirmó el abogado de la familia de la víctima, Camilo Rincón.
El sospechoso fue identificado como Ricardo Rafael González Castro, un joven de 22 años, oriundo de Cartagena, con doble nacionalidad colombo-venezolana. En los videos de seguridad analizados por la Fiscalía aparece vestido de negro y con una máscara de conejo, participando activamente en la agresión que terminó con la vida del estudiante universitario.
Según las investigaciones, González trabajaba en una venta de perros calientes en el centro de Bogotá y, días después del crimen, renunció a su empleo alegando temor por la repercusión mediática del caso. Desde entonces, su paradero es desconocido.
Por este crimen ya fue capturado y judicializado Juan Carlos Suárez Ortiz, señalado de ser el primer agresor. La Fiscalía General de la Nación le imputó el delito de homicidio agravado, con una pena que podría superar los 40 años de prisión. Suárez no aceptó los cargos durante las audiencias concentradas.
El abogado Rincón explicó que, con base en las pruebas y testimonios recopilados, se solicitará orden de captura internacional contra González, mientras continúa la investigación para esclarecer los hechos.
El asesinato de Moreno ocurrió tras una riña a la salida de una fiesta de Halloween en la discoteca Before Club, en el sector de Chapinero, localidad de Barrios Unidos. En los videos de cámaras de seguridad se observa cómo dos hombres atacan violentamente al joven, mientras su acompañante intenta defenderlo. Minutos después, Moreno quedó inconsciente en el suelo y fue trasladado al Hospital Simón Bolívar, donde falleció por trauma craneoencefálico severo.
La tragedia ha generado un profundo rechazo en la opinión pública y en la comunidad universitaria. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, calificó el hecho como una “agresión cobarde” y aseguró que no habrá impunidad.
Por su parte, la familia del estudiante pidió justicia y celeridad en el proceso. “Confiamos en que las autoridades logren la captura del segundo agresor y que este crimen no quede en la impunidad”, expresaron en un comunicado.
Mientras tanto, la Fiscalía avanza en la recolección de pruebas, entrevistas y coordinación con organismos internacionales, ante la posible fuga del segundo implicado hacia Venezuela.










