“Chicos, por increíble que parezca, ayer volé por tercera vez en un avión Voepass. Filmé a personas enfermando durante el vuelo debido al calor dentro del avión sin aire acondicionado. Fue terrible. Un pasajero incluso se quitó la camisa. Otro, que estaba sentado en un sillón frente a mí, tenía muchos dolores de cabeza. La gente se abanicó para tomar aire. Estaba en el vuelo que salía de Ribeirão Preto hacia Guarulhos. Me indigné mucho porque por tercera vez los aviones de la compañía tuvieron problemas tanto en la ruta SP como en la conexión a Minas”, escribió.
“Otros pasajeros y yo interrogamos a la azafata. La respuesta fue que “el aire no funcionaba en tierra, sólo en el aire”, lo cual no sucedió. La última vez, la excusa fue que el aire necesitaba mantenimiento. Lamento profundamente las vidas perdidas hoy y comprendo que corremos un riesgo real. AHORA SÉ QUE EL AVIÓN QUE SE ESTRELLÓ ES EN EL QUE YO ESTABA AYER. ¡DIOS MÍO! Estoy profundamente impactada por esta tragedia”, agregó.
“No hubo sobrevivientes”, dijo en un e-mail enviado a la AFP la Alcaldía de Valinhos, que participó de las tareas de asistencia tras la caída de la aeronave de la compañía Voepass en el municipio contiguo de Vinhedo, en el estado de Sao Paulo.
La aeronave que viajaba de Cascavel, en el estado de Paraná (sur), al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, se precipitó sobre la localidad de Vinhedo a las 13h25 locales (16H25 GMT).
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó la tragedia durante un acto oficial en el sur del país y pidió un minuto de silencio para las víctimas. “Acaba de caer un avión en la ciudad de Vinhedo, en Sao Paulo, con 58 pasajeros y 4 tripulantes y parece que todos murieron”, dijo Lula en Itajaí (Santa Catarina, sur).
Voepass dijo que “aún no hay confirmación de cómo se produjo el accidente”, según un comunicado. El alcalde de Cascavel confirmó en sus redes sociales las 62 muertes y dijo que estaban prestando “toda la atención necesaria a los familiares” de las personas a bordo del vuelo. La localidad de Vinhedo, de unos 76.000 habitantes, está ubicada a unos 80 km al noroeste de Sao Paulo.
Imágenes transmitidas por los medios locales mostraron un avión de gran porte cayendo en picado a gran velocidad. En otras se podía ver una gran columna de humo que subía desde el lugar del impacto, una zona de viviendas. “Los cuerpos están siendo trasladados a la morgue”, dijo a la AFP la alcaldía de Vinhedo.
La Policía Militar sobre el terreno informó a medios locales que el accidente no provocó víctimas en el lugar donde cayó el avión y que el incendio que había provocado ya estaba controlado. Equipos del Cuerpo de Bomberos, de la Policía Militar y de Defensa Civil se encontraban en el lugar para prestar asistencia. Se trata de un avión del constructor franco-italiano ATR, modelo 72-500, fabricado en Francia. Su primer vuelo fue en abril de 2010, de acuerdo con la página planespotters.net.
“Aterrador”
Nathalie Cicari, que vive al lado del sitio de la caída, describió a CNN Brasil que fue “aterrador”. “Estaba almorzando, escuché un ruido muy fuerte y muy cerca de mí, pensé que era un dron”, pero “mucho más alto”, explicó sobre los segundos previos al accidente.
“Salí al balcón y vi el avión girando en remolino. En segundos me di cuenta de que no era un movimiento normal para un avión. Sólo dio tiempo de agacharme y como hacen en las películas, rezar. Ahí fue cuando escuché el ruido enorme de la caída”, relató. Y luego “el humo negro subiendo”. Cicari no sufrió heridas, pero debió abandonar su casa que fue invadida por el humo.
“Vi el avión cayendo, desgobernado, prácticamente encima de mi casa, de mi propiedad… luego se inclinó y cayó a una cuadra de aquí”, dijo al canal local Band News Ricardo Rodríguez, habitante del barrio donde ocurrió el accidente. “Llegué al lugar y vi muchos cuerpos en el suelo, muchos”, agregó. El gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, se desplazará a Vinhedo para acompañar el trabajo de los equipos, informó la secretaría de comunicación del gobierno.