La sanción impuesta es de ocho años de trabajos restaurativos en proyectos de búsqueda de personas desaparecidas, desminado humanitario, reparación simbólica y recuperación ambiental.
La sentencia de 663 páginas recae sobre Rodrigo Londoño (‘Timochenko’), Pastor Lisandro Alape, Jesús Toncel (‘Joaquín Gómez’), Jaime Alberto Parra (‘El Médico’), Julián Gallo (‘Carlos Antonio Lozada’), Jorge Torres Victoria (‘Pablo Catatumbo’) y Rodrigo Granda (‘Ricardo Téllez’). Todos reconocieron su responsabilidad en crímenes de guerra como secuestro, tortura, desplazamiento forzado y violencia sexual, así como en crímenes de lesa humanidad como asesinato y desaparición forzada.
El magistrado Camilo Suárez, ponente del Caso 01, explicó que los exjefes guerrilleros fueron declarados máximos responsables en calidad de autores, al comprobarse que el secuestro fue usado como un patrón de macrovictimización para obtener control territorial, recursos económicos y presión política.
Los sancionados deberán permanecer bajo supervisión permanente de la JEP, portar dispositivos electrónicos de georreferenciación, residir en lugares determinados y cumplir con horarios específicos. Aunque no implica prisión ordinaria, la medida restringe sus derechos de residencia y movimiento.
Entre las sanciones, la JEP priorizó la búsqueda de desaparecidos en el Cementerio Central de Palmira (Valle del Cauca), la recolección de información sobre zonas con minas antipersonal, labores ambientales en territorios afectados por el desplazamiento y acciones de memoria y perdón con las víctimas.
Más de 4.200 personas acreditadas como víctimas de secuestro participaron en este proceso, entregando testimonios directos que fueron confrontados por los excomandantes. “Esta sentencia no solo habla de responsables, habla de familias que aún buscan a sus seres queridos, de comunidades que esperan justicia y de voces silenciadas que hoy reclaman memoria y dignidad”, señaló Alejandro Ramelli, presidente de la JEP, durante la lectura del fallo.