Hace pocos minutos se conoció la infortunada noticia de la muerte de otro conductor de servicio público en el municipio de Tuluá, se trata del hombre que había resultado herido la semana anterior, en un atentado sicarial perpetrado por desconocidos en la transversal 12 con calle 26.
La víctima de ese hecho fue identificada como Adolfo Useche Gordillo, quien en ese momento conducía la buseta de número interno 035 y placas YAP – 737, realizando el recorrido de su respectiva ruta.
Los sicarios, al parecer, atravesaron una motocicleta y luego uno de ellos disparó en repetidas oportunidades contra el motorista.
Con este deceso son dos los conductores de transporte público urbano asesinados en lo corrido del año, pues el sábado 7 de enero en horas de la noche fue baleado en el barrio Samán del Norte Jairo Peláez, quien conducía el móvil 276.
Adicional a esos atentados, el viernes 6 de enero había sido quemado un taxi en inmediaciones del sector de Los Olivos, en la salida sur de la Villa de Céspedes y el lunes 2 de enero, en horas de la noche, tres busetas afiliadas a la empresa Transportes La Esperanza fueron quemadas en un parqueadero ubicado en el corregimiento de Nariño.