El alto tribunal revisó la tutela con la que el exmandatario cuestionaba la medida de detención domiciliaria que había dictado en su contra la jueza Sandra Heredia. Los magistrados concluyeron que la decisión carecía de una motivación clara y suficiente, pues los argumentos expuestos por el juzgado resultaron “aparentes” y no demostraban la razonabilidad ni proporcionalidad de la medida.
Con esta determinación, la Corte confirmó el amparo al derecho a la libertad del exjefe de Estado, aunque la decisión no fue unánime: el magistrado Gerson Chaverra salvó su voto.
Pese a este fallo, la condena de primera instancia contra Uribe, de 12 años de prisión domiciliaria, se mantiene vigente y deberá ser revisada por el Tribunal Superior de Bogotá, que definirá en segunda instancia si la confirma o modifica.