La recta final por ser el huésped ilustre de la casa de Nariño ya comenzó. Entre encuestas semanales divididas que más parecen una grafica de la bolsa de valores por sus picos al alza para el pacto y a la baja para el equipo por colombia sin una explicación real, lo único real es que no se sabe a quién es que llaman o encuestan ya que es más fácil estar dentro de las probabilidades de ganarse el Baloto que la de ser llamado por dichas encuestadoras.
Así y con esta incertidumbre y manoseo mediático, en el cual participan hasta los medios más tradicionales del país, nos aprestamos a un mes decisivo en el futuro inmediato de los nacidos en esta bella tierra. ¿Quién será el ganador de este negocio?, porque en política todo es negocio; ¿quién perderá esta oportunidad de enriquecerse? El 7 de agosto ojalá todo sea para el bien de la nación y no para los intereses de unos pocos.
Preocupa que salgamos a votar no por el cambio en forma propositiva, sino por una venganza propia del resentimiento y la envidia a aquellos que son prósperos, gracias a su disciplina y pujanza. ¿Entonces votamos por el cambio o por resentidos? Lo mejor que podemos hacer es buscar un cambio en la actitud, la indisiplina, el importaculis…
La desidia y la pobreza mental propia de aquellos que exigen lo que jamás serán capaces de dar o compartir o ¿será que el señor Petro, Francia Márquez o Benedetti están dispuestos a entregar y repartir sus fortunas acumuladas en subsidios, indemnizaciones, demandas contra el estado o sus negocios políticos? Como la respuesta es un no rotundo, entonces la invitación esa que seamos responsables, lo que se juega no es un problema menor además porque puede ser el preludio de una pérdida total del estado de derecho y la división de poderes.
No serán 4 años perdidos, podrían ser más de 8, ya que en el poder les queda muy fácil corromper y cambiar el Congreso, la constitución y poner a su servicio a las instituciones que los perpetúen en el poder, ejemplos son muchos y aunque creemos fielmente en las FFAA y su responsabilidad en mantener el orden y la constitución, también sabemos del poder del dinero en los seres humanos. Dios nos salve de una mala decisión porque en el tiempo nuestros hijos y sus hijos serán quienes terminen siendo victimas de un voto resentido y no de un voto por el cambio propositivo.
No imagino a las farc cobrando lo que se les debe de 50 años de terrorismo, lo cual también es un peligro. No imagino al señor Gustavo Petro queriéndose perpetuar en el poder sin hacer alianza con lo más oscuro de una sociedad llena de envidia y resentimiento.