En varios sectores de Tuluá, tal como lo evidencia este informe gráfico, hay puntos críticos de arrojo de residuos sólidos y escombros. En ellos se puede encontrar todo tipo de objetos, además de basura orgánica, incluyendo muebles, enseres y colchones.
Hay sitios que son atendidos permanentemente pero, lamentablemente y por acción de usuarios indisciplinados, se ensucian de nuevo a la hora de haberlos limpiado.



«El servicio de recolección tiene un horario definido que los habitantes de cada zona conocen. Lo ideal es que estén pendientes del carro recolector y que los residuos los presenten solamente cuando el vehículo esté pasando”, precisan voceros de la empresa Veolia.
La Alcaldía de Tuluá anunció un plan de choque a inicios del año pasado con el fin de recoger estos desechos en todo el territorio y generar un mensaje de cuidado del espacio público y de cultura ciudadana, pero no hubo continuidad en el mismo.



Es responsabilidad de todos disponer de manera adecuada de los residuos para combatir el problema de basuras en las calles, en los denominados puntos críticos de acumulación de basuras.
Hay que señalar que esta situación está ocasionando desaseo, proliferación de vectores, inundaciones, y otros problemas ambientales y también son focos de enfermedades e inseguridad.
Todos los esfuerzos que se hacen se ven opacados por la falta de cultura ciudadana que se refleja en la zona céntrica pero también en los barrios de la periferia.