De acuerdo con lo explicado, la estrategia se implementa mediante intervenciones en las instituciones educativas donde se han generado alertas por violencia sexual. En estas intervenciones, todas las entidades involucradas realizan campañas preventivas utilizando herramientas pedagógicas y juegos didácticos.
Por ejemplo, se utilizan dinámicas como la escalera para entender conceptos claros sobre la violencia sexual, cómo prevenirla y las rutas de atención disponibles. Así mismo se educa a los estudiantes sobre los peligros y señales de la violencia sexual y se le entregan las herramientas necesarias para protegerse y buscar ayuda.
Desde la Secretaría de Salud se contribuye con actividades pedagógicas, como «El semáforo del cuerpo» con el propósito de que los estudiantes se concienticen sobre las partes de su cuerpo mediante un ejercicio de autoconocimiento.