Hace un par de meses dos estudiantes de medicina se quitaron la vida, lo que prendió las alarmas en la comunidad educativa y en la opinión pública sobre los retos que atraviesa la atención a la salud mental de los colombianos.
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, este día fue escogido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2003, con el propósito de sensibilizar a la sociedad civil y a los entes gubernamentales sobre la relevancia de la prevención del mismo.
Este flagelo es un problema de salud pública que aflige a millones de personas en todo el mundo. Según la OMS, cada año se suicidan más de 800.000 personas, lo que representa una muerte cada 40 segundos.
En Colombia los intentos de suicidio van en aumento desde pandemia, en el 2022 se registraron 37.274 intentos de suicidio, de los cuales el 39% involucraron a menores de edad. El Ministerio de Salud junto con el Centro Nacional de Consultoría, realizaron una encuesta en el 2023 para actualizar la Política Nacional de Salud Mental, que reveló que el 66,3% de los colombianos mayores de 18 años han presentado algún problema de salud mental a lo largo de su vida.
Según un informe del Instituto de Medicina Legal correspondiente al primer trimestre de 2024, “se registraron 712 casos de suicidio, de los cuales 205 fueron cometidos por jóvenes entre los 18 y 28 años, y 186 por personas de entre 29 y 44 años”.
Prevenir el suicidio es trabajo de todos, debemos concientizar a la población sobre este, fomentar la búsqueda de ayuda y el apoyo para las personas en riesgo, promover la investigación y el desarrollo de estrategias efectivas para prevenir el suicidio, reconocer y apoyar a las personas que han perdido a un ser querido debido al suicidio.
*Tener en cuenta: líneas de ayuda, grupos de apoyo y servicios de salud mental, escuchar sin juzgar, buscar ayuda y acompañar.