No solo se requiere una reforma laboral que realmente sea beneficiosa para los empleados y que haga su trámite como debe de ser al presentarla con las formalidades que dice la constitución, primero se deben afinar y alinear otras normas que permitan el aumento de la tasa de empleo.
Una de esas medidas es la de aumentar el número de empleados considerados que puede tener una microempresa, la cual, se ubica en un máximo de 10, pasándolos a un tope máximo de 20. Esto porque las cargas tributarias para las microempresas que pasen de ese tope se hacen imposibles de alcanzar y muchas de estas prefieren o no contratar teniendo la necesidad de aumentar su productividad, o contratar sin reportarlos al sistema.
Al cambiar dicho tope, no solo se estaría dando la posibilidad de que las microempresas que conforman más del 99% en Colombia, contraten más y sean más honestas con los aportes parafiscales, sino que, en términos de consumo también aumentaría los aportes indirectos de tributación al Estado como el IVA. Esto es una necesidad real en el país que propendería por disminuir la tasa de desempleo real atacado un artículo puntual de la ley 905 de 2004 que modifica la ley 590 del 2000.
La otra de esas medidas, es que las empresas puedan realizar sus aportes de acuerdo con su realidad interna contractual, como lo es cuando se tiene empleados de medio tiempo.
El sistema no permite pagar aportes que correspondan a la mitad del salario mínimo cuando se tiene empleados contratados a tiempo parcial, se debe hacer por un salario mínimo completo obligatoriamente; y esa diferencia económica que parece pequeña, se convierte en un factor limitante que deriva en más contratos por prestación de servicios o en la piedra del zapato para contratar y seguir sumando empleados de uno en uno en la medida en que crecen las ganancias poco a poco.