Así que para lograrlo, todas aquellas personas con intereses personales, se van lanza en ristre contra todo lo que se atraviese.
Es lo que percibo, en las declaraciones que lanzan los que ahora representan una cuota de poder en las instituciones privadas y públicas, cuando el Presidente hace propuestas novedosas y se atrevió a trabajar por hacer las reformas necesarias y urgentes que el país espera desde hace muchos años y ningún otro mandatario se ha atrevido a hacer.
Era de esperarse, el grito al cielo de todos los que han ostentado el poder político y económico, repartiendo la “mermelada” entre castas familiares de generación en generación.
Y ahora el revolcón es mucho más cercano al pueblo, a la gente de a pie, como se dice, gracias a los modernos medios de comunicación y las redes sociales, así digan falsedades ocasionalmente, pero ya nadie hace sus patrañas a escondidas, todo el pueblo tiene acceso a las discusiones políticas de quienes nos representan en los organismos legislativos y sabemos quién es quién a la hora de las votaciones de los senadores y representantes que tenemos.
Los cambios en el gabinete ministerial, es lógico que obedecen a una visión nueva que se tiene del poder, como decía mi abuelo, “cada torero con su cuadrilla” que le inspiren confianza plena en la toma de decisiones.
El primer mandatario, en su primer intento le dio gusto a todas las corrientes políticas que lo apoyaron en el llamado pacto histórico, en lo que hicieron o dejaron de hacer, se conocieron sus intenciones. Ahora va con los “suyos”, como quien dice con los de “la primera línea” y es lo más consecuente con sus objetivos.
Así que ahora la lucha será más intensa, mayor que la campaña presidencial.