La nevera es uno de los electrodomésticos que más energía consume en los hogares, ya que permanece encendida las 24 horas del día. Su uso inadecuado puede representar un aumento considerable en la factura de electricidad, por lo que adoptar buenas prácticas de mantenimiento y operación se vuelve fundamental para reducir costos.
Expertos en eficiencia energética recomiendan seguir estas siete acciones para mejorar el rendimiento del refrigerador:
- Regular la temperatura: Mantener la nevera entre 3 °C y 5 °C, y el congelador en -18 °C garantiza un enfriamiento adecuado sin un consumo excesivo de energía.
- Evitar abrir la puerta con frecuencia: Cada vez que se abre, se pierde frío y entra calor, lo que obliga al compresor a trabajar más. Lo ideal es planificar antes de abrirla y cerrar rápidamente.
- No sobrecargar ni dejarla vacía: Un equilibrio entre el 70 % y 80 % de su capacidad permite una mejor circulación del aire frío. El exceso o la ausencia de productos altera la eficiencia del equipo.
- Revisar el sello y limpiar el condensador: Un sello deteriorado permite fugas de frío. Además, el polvo acumulado en el condensador impide una buena ventilación. Se aconseja limpiar esta zona cada seis meses.
- No guardar alimentos calientes: Introducir alimentos recién cocinados eleva la temperatura interna, haciendo que el equipo consuma más electricidad para estabilizarse. Es mejor esperar a que se enfríen.
- Ubicar la nevera lejos de fuentes de calor: Alejarla de estufas, hornos y la luz solar directa reduce el esfuerzo del motor. También es clave mantener una distancia mínima de 10 cm con la pared trasera.
- Descongelar con regularidad: En modelos sin tecnología “No Frost”, la acumulación de hielo en el congelador incrementa el consumo. Se debe descongelar cuando la escarcha supera los 5 mm de espesor.