«Tuluá enfrenta una realidad innegable: mientras las empresas del sector agroindustrial necesitan personal calificado para operar, mantener, modernizar su maquinaria, y ejecutar sus procesos internos, la ciudad continúa graduando profesionales en áreas que no están siendo demandadas por el mercado laboral local. La falta de formación técnica especializada se ha convertido en una brecha estructural que limita la competitividad del territorio» la apreciación es de Catalina Beltrán, quien hasta el pasado lunes estuvo al frente de la dirección del programa Tuluá Como Vamos.
Entendiendo ese desafío en enero del año que está ad portas de culminar se conformó la Mesa Técnica del Empleo, de la cual toman parte los ingenios Carmelita, Riopaila-Castilla, la Universidad del Valle – sede Tuluá y la Unidad Central del Valle.
«Esta mesa se convierte hoy en el espacio más relevante de articulación entre empresas, academia y sector social para comprender y cerrar las brechas de talento en el municipio» dijo Beltrán, quien ideó y lideró la mesa.
Crudo diagnóstico
Según el informe dado a conocer durante la entrega del informe 2025, más del 50% de los graduados en Tuluá son profesionales universitarios concentrados en programas tradicionales como derecho, medicina, administración y contaduría, y es notorio que la formación técnica y tecnológica, clave para el sector productivo presenta una reducción drástica en los últimos años.
«El único programa técnico profesional que se oferta hoy en la ciudad es el de Servicio de Policía, lo que deja sin atención áreas críticas como mecánica, soldadura, automatización, instrumentación o electromecánica agrícola», precisa el informe.
El documento entregado a EL TABLOIDE indica que el análisis realizado, junto con algunas empresas del sector agroindustrial muestra que al menos 9 de cada 11 vacantes críticas corresponden a ocupaciones técnicas altamente demandadas, como: Mecánicos agrícolas,soldadores, electricistas especializados, operadores de maquinaria, instrumentistas, motoristas y tractoristas.
La mayoría requieren bachillerato complementado con formación técnica, un tipo de educación que prácticamente no existe hoy en Tuluá.
Además, el mercado laboral local muestra señales de desaceleración: entre 2024 y 2025 las vacantes registradas cayeron un 13%, al tiempo que la intermediación laboral se ha debilitado.
Para revisar
Uno de los aspectos más relevantes del documento tiene que ver con las universidades y destaca que si bien
tienen oferta, la misma no está en los niveles que el mercado necesita.
La Universidad del Valle y la UCEVA cuentan con programas relevantes para el sector como ingenierías, agroindustria, electrónica, cursos cortos y diplomados, pero su fortaleza está en niveles tecnológicos y profesionales, mientras las vacantes más urgentes requieren formación técnica operativa.
Las universidades expresaron disposición a fortalecer cursos prácticos, formación continua y nuevas alianzas, pero el municipio necesita acelerar la creación de rutas técnicas que conecten a los jóvenes con las oportunidades reales de empleo.











