Con esta intervención un habitante de la vereda Guadualejo, corregimiento de Chancos, resume una historia que, según cuentas, ya llega a los 70 años.
Los moradores de este caserío, que está a escasos cinco minutos de la doble calzada Buga – Tuluá, ya perdieron la cuenta sobre el número de reuniones que han sostenido con alcaldes, concejales, funcionarios de la alcaldía, diputados y hasta congresistas, reuniones donde se hacen anuncios, se crean comisiones pero que al finan no terminan en nada, pues el servicio de agua sigue supeditado a un carrotanque que envía la alcaldía y que en ocasiones no alcanza para todas las familias.
Y es que en Guadualejo, territorio que por cierto tiene sus entradas con pasacalles y carteles de políticos en campaña, la falta de agua se percibe en sus suelos que lucen secos y en su recorrido se aprecia el canal que alguna vez fue la quebrada La Pedragosa, hoy cubierta por la sedienta naturaleza que se adaptó al clima casi desértico.
Luces de esperanza
En medio de la incertidumbre e incredulidad de siempre, los habitantes acudieron el pasado miércoles al salón comunal para recibir la delegación de la alcaldía, en cabeza del coronel (r) John Jaime Ospina Loayza, y de la que también hizo parte el personero Édgar Mauricio Calero, donde una vez más se abordaría el tema del agua, entre otras necesidades.
Luego de escuchar a los líderes del sector, el mandatario explicó a la concurrencia que un problema que ya lleva 70 años no se podía solucionar de la noche a la mañana.
«Guadualejo es una vereda que está muy en mi corazón, pues desde hace varios años resido acá en Chancos y me duele que hayan pasado tantos gobiernos sin que se haya buscado una solución definitiva», dijo el mandatario.
A renglón seguido entregó una noticia que de alguna manera dio un aire de respiro a los asistentes. » Ya terminamos los estudios para la construcción del acueducto, los presentamos a la empresa Vallecaucana de Aguas, nos pidieron hacerle unos ajustes y esperamos que en este mes de marzo ya estén listos para que se emprenda el proceso», dijo Ospina Loayza.
De acuerdo con lo explicado por el mandatario, lo más difícil ya se logró y era encontrar la fuente hídrica para surtir el acueducto.
Esa fuente será la quebrada El Rumor, la cual posee el caudal necesario para traerle el agua a Guadualejo y La Camila un predio que el Gobierno Nacional le dio a los reincorporados del conflicto armado y en el que ya viven varias familias en condiciones difíciles.
«Ya con el caudal y confiando en la buena voluntad de la señora Gobernadora del Valle creemos que en un corto plazo podamos dar inicio a las obras y si yo no alcanzo a entregarlo, que el próximo alcalde o alcaldesa lo haga para poner fin así a esta deuda histórica», puntualizó el mandatario.
Otras necesidades
Además de la carencia del agua, la comunidad de esta vereda sampedreña, también le planteó al alcalde otras necesidades, entre ellas el arreglo de la vía, la instalación de las luminarias y los arreglos locativos de la escuela.
Frente al tema del alumbrado, el alcalde de la Capital Avicola de Colombia dijo que su administración heredó varias deudas, entre ellas una con el alumbrado público, superior a los 240 millones de pesos.
«Estamos trabajando en la búsqueda de una solución a la problemática que se suscita con la prestación del servicio en los diferentes sectores», indicó el burgomaestre.