Montes, de 31 años, deja un hijo de cinco años y una familia devastada por su muerte. Su madre, quien reside en España, expresó su sufrimiento con palabras cargadas de amor, impotencia y rabia: “Sí, mataron a mi hijo hace unas horas… un chico con tan solo 31 años y deja a un hijito de cinco añitos, una mamá enamorada de sus proyectos, orgullosa por su vida llena de ilusiones y siempre al servicio de su familia. Ahora debo ir a sepultar a mi muchacho”.
En su mensaje, Ramírez también lamentó la violencia que golpea al país: “Mi pelado solo quería vivir a plenitud sin robar nada a nadie. Hoy también han matado a una mamá… mi vida se acabó, ni perdón ni olvido”.
Mauricio Montes fue víctima de un ataque armado cuyas circunstancias aún son materia de investigación por parte de las autoridades. Su familia y allegados lo recuerdan como un hombre trabajador, soñador y entregado a su hijo y a sus seres queridos.
Con la voz quebrada por la distancia, la madre concluyó su mensaje con una promesa: “Llegaré sí o sí a darte el último adiós, mi chiquito bello… a punta de diazepam seré capaz. Quien conoció a mi hijo sabe de la calidad de persona que fue”.
Las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes para esclarecer este nuevo hecho de violencia que enluta a una familia y deja al descubierto una vez más la crudeza del conflicto urbano que persiste en la región.