Estadísticas que nos convierten en el territorio más ignorante de América. Y, sin embargo, en la edición número 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, se registraron más de 600 mil visitantes.
¿Qué van a hacer dichas personas al recinto de Corferias entre el 18 de abril y el dos de mayo que dura el evento ferial? ¿Van degustar tacos mexicanos, quesadillas, flautas, pozoles y demás delicias de la gastronomía azteca, dado que México fue el país invitado? O, fueron, ¿con el ánimo de aprender unos cuantos pasos de baile de los ritmos caribeños, conocidos como Salsa, por ser Cali la ciudad colombiana reconocida en el evento? Pues no, esa multitud, fue al espacio ferial a ver libros, la mayoría y otros a apreciar a los artistas y gente del libro invitada.
Si muchos jóvenes hicieron una fila interminable para escuchar a los siempre queridos Aterciopelados, también estuvieron entre quienes aclamaron, con lleno completo del auditorio José Asunción Silva, a la nigeriana Chimamanda Na-gozi Adichie que no se ahorró al condenar los vestigios del más burdo y grosero racismo que son cotidianos en nuestro medio y si no que lo diga la vicepresidente Francia Márquez.
De igual manera, el filósofo italiano Nuccio Ordine tuvo un público entusiasta, que no escatimó aplausos cuando escuchó del invitado palabras como estas:
“Una sociedad desmemoriada, que no tiene relación con su pasado, es una sociedad que no tiene futuro, ni tendrá democracia porque la memoria es fundamental para comprender el presente y prever el futuro”.
Creo que es hora de revisar las estadísticas y revisitar nuestras bibliotecas. Por algo la Bibliored caleña se lució en el evento. Felicitaciones.