El episodio, que quedó registrado en video, ocurrió durante una reunión social en la que la mujer, en aparente estado de embriaguez y acompañada por varios hombres, accionó un arma de fuego sin justificación alguna, generando pánico entre los vecinos del conjunto.
Uno de los asistentes intentó desarmarla sin éxito. Ante la alarma, los residentes alertaron a la Policía, pero los uniformados del CAI Mazurén no lograron ingresar al apartamento, ya que se les negó el acceso. A pesar de ello, lograron establecer contacto con la administración del conjunto para iniciar acciones legales.
“Los uniformados se desplazaron al lugar, pero no se les permitió entrar al inmueble. Ya se estableció comunicación con la administradora del conjunto para coordinar una junta y definir las medidas a tomar”, indicó la Policía Metropolitana de Bogotá.
El hecho es investigado como una posible violación a la Ley de Armas y Municiones. Según testigos, la mujer no contaba con permiso para portar el arma, lo que agravaría su situación judicial.
De acuerdo con el Código Penal colombiano, disparar un arma sin que exista una agresión o situación de legítima defensa puede acarrear una pena de entre uno y cinco años de prisión, además de la cancelación del permiso de porte —si lo tuviera— y la imposibilidad de solicitar uno nuevo durante los siguientes veinte años. Sin embargo, si se comprueba que portaba el arma de forma ilegal, la sanción podría ascender a entre nueve y doce años de cárcel, según lo estipulado en el artículo 365.
Las autoridades continúan recopilando pruebas para esclarecer los hechos y determinar las sanciones correspondientes. La comunidad, por su parte, exige que se tomen medidas ejemplares ante este tipo de conductas irresponsables que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.