Las tradicionales rogativas al Señor de los Milagros en Buga volvieron a demostrar su fuerza espiritual y turística, batiendo récords de asistencia. Sin embargo, el balance no puede quedarse solo en el número de peregrinos: la ciudad enfrentó serias falencias que dejaron en entredicho su capacidad de organización…¡Falló la logística!
Resulta preocupante que, en medio de la fe y el fervor popular, algunos establecimientos abusaran con los precios, aprovechando la afluencia masiva de visitantes. Una devoción de siglos no debería convertirse en terreno fértil para la especulación comer-cial…¿Dónde estaban las autoridades encargadas del control de precios?
La infraestructura también quedó corta. La capacidad hotelera colapsó y los baños públicos resultaron insuficientes, lo que generó incomodidad y críticas entre los peregrinos. Estas falencias no son nuevas, pero parecen repetirse sin soluciones de fondo…¡Añañaiii!
Los organizadores de las Rogativas al Señor de los Milagros se vieron sorprendidos con la masiva asistencia de personas.
Otro aspecto cuestionable fue la ausencia de la alcaldesa en los actos públicos. Más allá de las razones, sean médicas o políticas, en un evento de tal magnitud se esperaba la presencia de la primera autoridad local. El vacío fue notorio…¡Le llovieron críticas a Karol!
Por último, la presencia de la precandidata presidencial Vicky Dávila puso de relieve cómo la religiosidad también se convierte en escenario de capitalización política. Su aparición, calculada o no, le permitió ganar visibilidad y adeptos, lo que deja una inquietud: ¿hasta dónde se respeta el carácter espiritual de estas celebraciones y hasta dónde se instrumentalizan con fines políticos?…
En conclusión, Buga sigue siendo epicentro de fe y devoción, pero la ciudad necesita mayor planeación, control y liderazgo para que estos eventos no se conviertan en un espejo de improvisación y oportunismo. Por ejemplo, habían quitado el semáforo ubicado frente al cementerio, carrera 18 con calle 8 y el trancón fue mayúsculo, pero pasadas la rogativas, el pasado miércoles lo volvieron a instalar…¡Ver para creer!
Tremendo lío afronta Diego Gato, como se le conoce al alcalde de San Pedro, con la visita que le llegó en chivas.
Preguntas pendejas. ¿Dónde irán a instalar la escultura en homenaje al ciclista a Luis H. Díaz, que estaba ubicada en la intersección de la carrera 40 con la vía a la Escuela de Policía Simón Bolívar, una vez culminen las obras del intercambiador vial?
¿Para cuándo Disfarma abrirá un nuevo punto de entrega de medicamentos en Tuluá, para evitar las enormes filas en la sede de la calle 26 con carrera 31?
¿Qué estará pasando con la iluminación de la transversal 12, desde el puente sobre el río Morales hasta la rotonda de la nueva terminal de transportes, que no es permanente?
El Sena Clem de Tuluá está en paro por falta de subdirector de la entidad, personaje importante para que la empresa oficial funcione al 100%.
¿Será verdad, mentira o chisme, que ahora los universitarios no se saben de memoria las tablas de multiplicación y tienen que recurrir siempre a la calculadora?
¿Será que los 1.000 policías que llegaron a Tuluá para la feria ya se fueron, que se ha incrementado la inseguridad en la ciudad?
“Si vas sobre ruedas, ponte el casco. La vida no tiene repuesto»; Rigoberto Uran lo dice en una campaña publicitaria…¡Ojalá hagan caso, carajo!
Los fieles que asisten a los oficios religiosos en la iglesia de los Franciscanos están muy contentos porque esta semana les instalaron en la calle 27 entre las carreras 32 y 33, dos reductores de velocidad luego de muchas súplicas….¡Añañaiii!
Respondiendo a las quejas que nos llegaron en días pasados, sobre la falla eléctrica que tenía el estadio Doce de Octubre que había dejado por fuera el sistema de riego de la cancha y por tal motivo la gramilla estaba siendo perjudicada y con maleza, queremos informar que el daño ya está solucionado, al parecer, una zarigüeya se había comido los cables ¡Plop!
Esta semana se conoció que en el Sena Clem de Tuluá estaban en paro, todo porque se quedaron sin subdirector, uno de los cargos importantes en la entidad; sin él, se retrasan los procesos administrativos, pagos, convenios, giras técnicas, entre otras cosas. La Dirección Nacional del Sena, no dice nada…¡Están en la física olla!
Diego Fernando Mendoza, nuestro amigo Diego Gato, alcalde de San Pedro, no ha podido dormir en los últimos días, luego que le llegaran varias “chivas” llenas de indígenas y afrodescendientes del Cauca y Nariño que la Agencia Nacional de Tierras envió a ocupar un predio que ya está explotado por personas de El Cerrito y que están a la espera que sea legalizado. Lo grave es que el municipio no tiene presupuesto para atender esta población…¡Plop!