Según lo dado a conocer, la parte superior del cuerpo de un joven de 21 años de edad fue arrojada por desconocidos, envuelta en una sábana, en la carrera 7 con calle 11.
Las autoridades de Policía, tras realizar las labores investigativas en el área no lograron encontrar el resto del cuerpo pero identificaron a la víctima como Yeisson Soto Gutiérrez. Así mismo se estableció que no se hallaron testigos que compartieran las características del o los sujetos que cometieron este atroz crimen.
DATO: Es el tercer hallazgo, con estas características, registrado en municipios del centro del Valle.
El comandante de la Policía en el Valle, coronel Jorge Urquijo Sandoval, indicó que un grupo especializado investiga el hecho y ofreció una recompensa de hasta 10 millones de pesos a quien suministre información sobre los homicidas.
Dos días después del hallazgo de la cabeza, a la altura del kilómetro 8 de la vía Tuluá-Riofrío, fue encontrado al interior de un cañaduzal, en predios de la finca El Limonero, un cuerpo de sexo masculino sin cabeza por parte de trabajadores que se disponían a guadañar el terreno.
Dentro de las labores investigativas se pudo determinar que el mismo correspondía al joven Yeisson Soto y que las heridas que le fueron infligidas se causaron con arma blanca, tipo machete, en un lugar aún por establecer.
Gran parte de los detalles que rodean este hecho hacen parte de la investigación adelantada pero hasta el momento sólo se ha podido determinar que la víctima habría salido de su casa, ubicada en el municipio de Andalucía, sin que hasta el momento se sepa con quién iba a encontrarse o hacia qué lugar se dirigía.
Sobre la víctima se informó que adelantó estudios en la institución educativa Gimnasio del Pacífico de Tuluá, era hincha del Deportivo Cali y permanecía soltero. Igualmente se dio a conocer que hace un par de años viajó fuera del país con el propósito de visitar a su mamá.
Con el de Soto Gutiérrez ya son tres los crímenes con similares características registrados este año en el centro del Valle. El primero de ellos se presentó en enero en el sector de la galería de Tuluá y el segundo, en el mes de junio, cuando fue arrojada una cabeza a un antejardín del corregimiento de Aguaclara.
En estos dos primeros casos no se reportó el hallazgo del resto de los cuerpos.