Ante esta situación, las autoridades emitieron una alerta amarilla, lo que indica una variación en el comportamiento del volcán que debe ser monitoreada de cerca. Autoridades advierten posibles emisiones de ceniza y recomiendan a la comunidad estar atenta a nuevas actualizaciones.
Cristian Santacoloma, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán, explicó que desde el mediodía del 13 de febrero se ha observado un aumento en los movimientos de fluidos dentro de los conductos volcánicos. Como consecuencia, la comunidad podría experimentar emisiones de ceniza, olores a gases volcánicos y la percepción de pequeños sismos.
El SGC destacó que uno de los eventos más significativos fue un sismo de magnitud 1,6, ocurrido el 13 de febrero a las 6:05 p. m., a 1 km al noroccidente del cráter del Puracé, con una profundidad de 4 km.
Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales, seguir las indicaciones de gestión del riesgo y evitar difundir información no verificada. Aunque la alerta amarilla no implica una erupción inminente, sí indica la necesidad de un seguimiento constante para evaluar la evolución de la actividad volcánica.