Casi dos años después de su ascenso a la Presidencia de la República, Gustavo Petro empieza a devolverle a Cali, al Valle y principalmente al pacífico colombiano, algo de lo que recibió: millones de votos en sus dos aspiraciones a la primera magistratura del país, porque en 2018, cuando fue derrotado en las urnas por Iván Duque, en los cuatro departamentos que conforman la región Pacífico, de todas formas obtuvo la mayor votación y lo mismo sucedió en 2022.
La designación de Cali como la sede de la COP 16 debe ser el inicio de inversiones y proyectos que el gobierno central debe generar en esta vasta y diversa zona.
La deuda aún es grande.
Sabemos que no todos los recursos se deben volcar hacia una sola región, pero el Valle del Cauca, Nariño, Chocó y Cauca, en el pasado han sido muy poco tenidos en cuenta por gobiernos anteriores en cuanto a grandes inversiones y proyectos detonantes.
Esto se debe en parte a la ausencia de liderazgo de nuestros departamentos y a la indiferencia de quienes han estado al frente del Estado y toman las decisiones.
Llegó el momento de empezar a pasar factura. Y que quien en un momento recibió ese gran respaldo, devuelva con creces ‘el favor’.
Además, parte de su discurso, de su diatriba se construyó con el tema de la desigualdad y si se quiere empezar a cerrar brechas, es la oportunidad.
La COP, que es el evento de biodiversidad más importante del mundo es un buen inicio. Pero también nosotros como región debemos apostarle a proyectos que trasciendan, que generen impacto positivo en la población.
Hay un presidente y un Gobierno un poco lento en la toma de decisiones y más aún a la hora de desembolsar los recursos. Pero ese es el reto.
Tender un puente, no como lo hacía la anterior gobernadora, sino como lo están haciendo Dilian Francisca Toro y el alcalde de Cali, abriendo puertas, porque queramos o no, en esta actual vigencia la ejecución muchas de las iniciativas que tanto alcaldes como gobernadores plasmen en sus respectivos planes de desarrollo, tendrán feliz término si cuentan con el apoyo del gobierno central.
Ya nos dieron el primer dulce, esperemos que no sea un contentillo, sino que sea el inicio de grandes inversiones.
