El 10 de la selección Colombia desde que llegó a su nuevo club, el León de México, ha hecho una función tan vital que ya no deja margen a cualquier duda, y ha ayudado a que las fieras se ubiquen ahora en lo alto de la tabla de la liga MX.
Desde el primer partido recibió la confianza del entrenador y de sus compañeros de juego, destacándose desde su debut como el capitán del equipo y el rey del marketing, pues es tendencia en cada partido, semana a semana.
El jugador que no dejaron brillar en Rayo Vallecano de la liga de España, con tan solo un partido de titular que le sirviera para ser el MVP, hoy es el furor en el país de los tacos y las rancheras.
Hoy James Rodríguez es el real, el que conocemos desde 2014 pero mejor. Se ve feliz, jugando los 90 minutos y haciendo lo que sabe hacer. Siendo tan determinante que quien lo toque sale del juego; está jugando tan bien que está intratable. Ya le sacaron tarjeta roja a un entrenador por rozarlo en la pantorrilla, y en su último partido le sacaron roja a un jugador por colocarle los taches a la espalda.
Ha provocado un penalti y cobrado otro, 100% de efectividad. Ya suma 1 asistencias, ha filtrado balones, ha hecho los cambios de ritmo, de frente, jugadas magistrales, gestos técnicos, es el que maneja los hilos dentro del campo y fuera de él, tanto que ya los hinchas lo dan por técnico de fútbol, ojalá, en el futuro.
De momento es el protagonista de la novela, como lo fue en la pasada copa América con la selección Colombia, evento en el que se destacó como el mejor jugador del continente americano, porque recordemos que se juntaron las dos confederaciones de este lado del planeta: la CONCACAF y la CONMEBOL. Nada fácil.
Si James sigue con este ritmo, cada 3 o 4 días, siendo letal, con toda seguridad irá a la próxima convocatoria de la selección y llegará a tope para el mundial de fútbol 2026.