Si hay un indicador que mida la ineptitud e inoperancia -además no es un pleonasmo- del gobierno Petro, ese es el bloqueo vial que todos los días sufren los usuarios de las carreteras de Colombia.
Ahora mismo la famosa Vuelta a Colombia ha tenido que cambiar su recorrido en el departamento de Boyacá porque los mineros del carbón, que son 45 municipios, bloquearon las carreteras, debido al maltrato e incumplimiento a ese gremio por parte del ejecutivo nacional, y eso que allá en la tierrita son fervientes electores del petrismo, lo mismo les está pasando a los cultivadores de papa y paneleros. Boyacá en la peor crisis económica de su historia por culpa de malas decisiones al votar, pero antes los arroceros pasaron por lo mismo.
En el Valle del Cauca, en el municipio de Yotoco, también hubo bloqueo parcial porque su gente reclamó por el deterioro de la vía arteria que pasa por allí, además del incumplimiento -del gobierno, por supuesto- en un tema de adjudicación de predios por parte de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y la Sociedad de Activos Especiales (SAE), compromiso previamente adquirido con las comunidades agrarias que llevan tiempo esperando la legalización de tierras en ese municipio.
El bloqueo de vías ha demostrado su efectividad desde los días del paro nacional del 2021 y el sitio, como de película de la edad media, al que fueron sometidas las más importantes ciudades de Colombia, originando caos, quiebras económicas, hambre y desatención médica; estos bloqueos son de alguna manera justificados o, al menos tolerados, bajo la equivocada interpretación del “derecho a la protesta”, que deja de ser legal cuando se impide el libre derecho a la locomoción que tenemos todos los colombianos. Lo chistoso del asunto es que los petristas, principales instigadores de esta forma de protesta, son quienes, desde el gobierno, deben desgastarse en mesas de concertación donde no se soluciona nada y simplemente la problemática se aplaza.
Lo peor, no se ve solución a corto plazo, no hay gobierno, salvo esperar que se acabe ligero este último año de Petro y se elija un nuevo presidente.