Cada semana la redacción de EL TABLOIDE recibe diferentes denuncias ciudadanas relacionadas con la mala disposición de las basuras. Para los quejosos, este es sin duda uno de los problemas más sensibles que vive Tuluá y afecta a la convivencia y el medio ambiente.
Y es que a juicio de los reportes son pocos los sectores que se escapan a este mal que se convierte en un problema de salud pública, pues hay incremento de roedores e insectos.
Jaime Ríos Duque, uno de los quejosos que se comunicó con la redacción de EL TABLOIDE, manifestó sentir pena ajena cuando transita por sectores como la carrera 31A entre calles 26 y 27, donde se observan gran cantidad de desechos arrojados en el andén de la margen derecha y allí permanecen días enteros sin que haya una atención por parte de la empresa Veolia, responsable del servicio.
Para este ciudadano el problema radica en este sector específico así como en otros tantos de la Villa de Céspedes que son usados por los llamados recuperadores ambientales para clasificar la basura, quienes recogen bolsas en todos los barrios, extraen lo que les sirve para la venta y lo demás queda esparcido en el lugar.
“He tenido la oportunidad de hablar con personas allegadas al gobierno quienes aducen que el problema es complejo, pues nunca se sabe dónde los recuperadores van a dejar los residuos que no les son útiles, respuesta que me causa sorpresa, pues son evidentes los focos donde se concentra la problemática», expresa el quejoso.
Falta cultura
Por su parte, Alirio Gómez, habitante del barrio Lomitas, dijo que en zonas como la carrera 40, el problema se genera debido a que los restaurantes y expendios de comida, al igual que bares y discotecas sacan la basura una vez acaba la jornada y en el lapso desde la disposición de las bolsas y el paso del carro recolector, los recicladores son quienes las levantan y son estas las que terminan en otros sitios del municipio.
Para el señor Gómez, la alcaldía y Veolia Aseo están en mora de implementar una campaña de información ciudadana que coadyuve a mejorar esa problemática.
Otro problema
Pero no solo es el tema de la basura común que se genera en hogares y sitios comerciales, pues también se suma el hecho de que las personas no saben qué hacer con elementos como colchones, armarios, aparatos electrónicos, inservibles, entre otros elementos de gran tamaño que son dejados en los andenes y corren la misma suerte de las bolsas, pues para los recuperadores son un premio mayor y por ende se los llevan, los desbaratan, sacan lo que les sirve y lo demás lo arrojan en cualquier lado.
Otro de los puntos expresados para esta nota es el hecho de que en Tuluá no está funcionando, como es debido, el comparendo ambiental y la crítica recae en los uniformados de la Policía Nacional que se hacen los de la vista gorda ante la ocurrencia de una contravención como, por ejemplo, arrojar basuras en sitios públicos, conducta que genera sanción económica para quien incurra en ella.