De acuerdo con el señor Bonilla, además de ese, hay otros que también deben ser revisados y sometidos a un proceso de vigilancia, pues con el aguacero del pasado miércoles varias ramas se desgajaron de manera peligrosa.
“Si una rama se viene al piso y golpea a un ciudadano se incurre en el riesgo de una demanda al municipio”, precisó el denunciante.
Una situación similar se registra en la orilla del río Tulua donde también los ciudadanos están reclamando la atención por parte de las entidades ambientales.
Desde el año pasado la Administración Municipal venía trabajando en un censo para determinar la situación que presentan los árboles en la Villa de Céspedes, pero no se han revelado detalles de dicho censo ni lo resultados que arrojó.
Resultaría interesante conocer el estudio para de esa manera avanzar en las soluciones a la problemática ambiental que se genera con los árboles en malas condiciones.