Este fin de semana se conmemora el día de la Diversidad Étnica y Cultural de la Nación Colombiana, anteriormente conocido como día de la Raza y podría hablar de todas las riquezas que tenemos como país, pero las líneas de hoy las dedico a las personas que la sociedad excluye, los nadie, los que sobran, a los que se les evita mirar, pues como lo dice la canción de salsa la calle es una selva de cemento y de fieras salvajes que terminan devorando a muchos.
No se tiene una cifra oficial para este año, pero según el Ministerio de Salud y Protección Social entre los años 2021 y 2024 se registraron 33.375 personas en situación de habitanza en calle, lo que equivale al 0.6% de la población colombiana. El censo del Departamento Administrativo Nacional de estadística -DANE de 2021 identificó a 6.248 habitantes de calle en nuestro país, de los cuales el 87,6% eran hombres y el 12.4% eran mujeres. Tristemente, cifras más recientes revelan 10.478 habitantes de calle en el censo de Bogotá en el 2024.
La falta de oportunidades laborales, el desplazamiento, la adhesión a las drogas y los problemas de salud mental no tratados adecuadamente son las principales causas de este fenómeno. A pesar de los esfuerzos de la política pública social para habitantes de calle de la ley 1641 de 2013 los números aumentan en las principales ciudades del país. Pocos saben de los esfuerzos y oraciones que las familias hacen para prevenir y evitar que un ser querido viva así, por eso la felicidad del hijo pródigo cuando vuelve a casa.
Aunque el gobierno nacional reporta reducción de la pobreza monetaria del 34,6% en 2023 al 31,8% en 2024, la tasa más baja desde 2012, la pobreza, el ciclo de la violencia, la delincuencia, la falta de acceso a servicios y oportunidades son pan de cada día. Se requieren programas de apoyo social, económico, tratamiento a las adicciones, rehabilitación, reintegración y políticas verdaderas de inclusión social.