“Dedíquense a personas, grupos o causas. Sumérjanse en el trabajo social, político, intelectual o artístico. Deseen pasiones lo suficientemente intensas que les impidan cerrarse en ustedes mismos. Aprecien a los demás y vivan una vida activa de proyectos con significado”.
La invitación de Simone de Beauvoir, aunque escrita en otro tiempo, cobra una vigencia especial y particularmente mágica en el Corazón del Valle, donde múltiples actores sociales han asumido la tarea de trabajar con propósito, en servicio y para la comunidad.
Entre ellos, merece un reconocimiento especial el Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación de la UCEVA, un espacio académico que ha trascendido las aulas para ser un puente entre el conocimiento y las realidades sociales.
Con la presencia de profesionales en derecho, psicología y trabajo social, y de estudiantes pertenecientes a los programas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Humanísticas, su labor ha llegado a madres cabeza de hogar que requieren orientación, a adultos mayores, a comunidades indígenas que reclaman reconocimiento y a instituciones que ven en la mediación una herramienta para elegir la paz, además de la socialización de temas de vigente atención como el consumo en adolescentes y la importancia de construir un proyecto de vida.
El impacto no se mide solo en la Institución Educativa Julia Restrepo y la Técnica de Occidente, sino en la huella que deja la convicción de que la justicia es más cercana cuando se construye con y para la gente. Cada jornada, cada acompañamiento, cada escucha atenta, refleja la esencia de lo que planteaba Beauvoir: un compromiso profundo con proyectos que trascienden lo individual y fortalecen lo colectivo.
En una ciudad como la nuestra, donde abundan retos, pero también talentos y corazones dispuestos, el ejemplo de la UCEVA demuestra que sí es posible vivir una vida activa y con sentido. La invitación, entonces, es a seguir multiplicando estos esfuerzos, a contagiarse de la pasión de servir y a creer que dedicándonos a los demás también lograremos una Tuluá más justa, solidaria y profundamente humana.