Pero no es perfecto. Cuando se desarrollaron relojes atómicos de alta precisión en la década de 1960, mostraron que la duración de un día solar medio puede variar en milisegundos (1 milisegundo equivale a 0,001 segundos).
Estas diferencias se obtienen midiendo la rotación de la Tierra con respecto a objetos astronómicos distantes y utilizando una fórmula matemática para calcular el día solar medio.
Antes de que comenzara 2020, el día más corto desde 1973 fue el 5 de julio de 2005, cuando la rotación de la Tierra tomó 1 0516 milisegundos menos de 86 400 segundos.
Pero a mediados de 2020, la Tierra batió ese récord no menos de 28 veces.
El día más corto de todos llegó el 19 de julio, cuando la Tierra completó su rotación en 1 4602 milisegundos menos de 86 400 segundos, según un estudio publicado en timeanddate.com.
La velocidad de rotación de la Tierra varía constantemente debido al complejo movimiento de su núcleo fundido, océanos y atmósfera, además de otros efectos.
Los científicos que monitorean la velocidad de rotación de la Tierra esperan que la tendencia de tener días más cortos también nos siga en 2021.
Según sus cálculos, un día promedio en 2021 será 0,05 milisegundos menos que 86 400 segundos.
A lo largo de todo el año, los relojes atómicos habrán acumulado un desfase de unos 19 milisegundos.
A modo de comparación: en los últimos años, fueron unos cientos de milisegundos más rápidos por año.
De hecho, se prevé que el año 2021 será el más corto en décadas.
La última vez que un día promedio fue de menos de 86 400 segundos en un año completo fue en 1937.
Si la rotación de la Tierra se desincroniza demasiado con el ritmo súper constante de los relojes atómicos, se puede usar un segundo intercalar positivo o negativo para volver a alinearlos.
Desde que se introdujo el sistema de segundos intercalares en 1972, la rotación de la Tierra en general ha sido un poco lenta.
Hasta ahora, ha habido 27 segundos intercalares y todos han sido positivos.
En otras palabras, todos han agregado un segundo extra a nuestros relojes, permitiendo que la Tierra se ponga al día.
Recientemente, sin embargo, la Tierra se ha vuelto más rápida y no se ha requerido ningún segundo intercalar desde 2016.
Si la rotación de la Tierra continúa acelerándose, en algún momento podríamos requerir un segundo intercalar negativo.
Si esto sucede, nuestros relojes se saltarían un segundo para poder seguir el ritmo de la Tierra.
Las mediciones oficiales de la duración del día las realiza el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS).
Para determinar la duración real de un día, los científicos de IERS determinan la velocidad exacta de la rotación de la Tierra midiendo los momentos precisos en que una estrella fija pasa por una determinada ubicación en el cielo cada día.
Esta medida se expresa como Tiempo Universal (UT1), un tipo de tiempo solar.
Luego, UT1 se compara con el Tiempo Atómico Internacional (TAI), una escala de tiempo de alta precisión que combina la salida de unos 200 relojes atómicos mantenidos en laboratorios de todo el mundo.
La duración real de un día se expresa mediante la desviación de UT1 del TAI durante 24 horas.
Tomado de El Comercio