El 12 de diciembre de 1993 se respiraba en Tuluá un aire entre emoción y nerviosismo y los amantes del fútbol contaban las horas para que en el estadio Francisco Rivera Escobar, de Palmira, rodara la pelota y la Corporación Deportiva Tuluá se trajera el cupo a la primera división del fútbol colombiano.

Desde muy temprano los hinchas, encabezados por la barra fiel de Alicia Zúñiga, empezaron la caravana hacia esa localidad del Sur del departamento con la esperanza puesta en regresar victoriosos y con el tiquete que avalara la llegada a la gran carpa del rentado nacional del Equipo Corazón.
La toma a Palmira
Poco a poco las horas pasaron y el estadio de los palmiranos se convirtió en una especie de otra Tuluá, pues las graderías estaban colmadas de hinchas cortulueños. A las 3:30 de la tarde el partido comenzó y el nerviosismo se apoderó de los visitantes que se empezaron a sentir como locales y con sus cánticos empezaron a imponerse silenciando a la parcial local.

Los nervios se apoderaron de los fanáticos, que estaban en la Villa de las Palmas, y de quienes en Tuluá seguían las transmisiones que por radio hacían los diferentes grupos deportivos encargados de narrar ese momento histórico.
Tremendo susto
Para ponerle un poco de tensión Palmira FC se fue adelante en el marcador en dos oportunidades y el gol del empate 1×1 fue obra de Adelmo Vallecilla y el 2×2 que puso a temblar el Rivera Escobar lo marcó Plácido Bonilla, un hombre ligado a la piel de Cortuluá. Los minutos restantes fueron de manejo y cuando el central levantó los brazos y marcó el centro de la cancha se desató una locura en la grama mientras que en las tribunas solo se escuchaba el grito de ¡Cortuluá, Cortuluá, Cortuluá!

En la cancha y en las graderías del estadio Francisco Rivera Escobar se vivieron momentos indescriptibles que se trasladaron a las calles de Tuluá, donde caravanas improvisadas de motociclistas y ciclistas salieron a festejar la hazaña del Equipo de «Tucho» Ortiz.
Cayendo la noche cientos de tulueños llegaron a inmediaciones del SENA-Clem de Tuluá para recibir a los campeones, caravana a la que se sumó la que venía desde Palmira.
Fiesta en el 12 Octubre
Ya con el tiquete en el bolsillo y ostentando su calidad de nuevo inquilino de la Dimayor los tulueños llenaron el 12 de Octubre para sellar con broche de oro al Fiorentina, al que derrotó 4 goles por cero para ratificarse como campeones de la Copa Concasa.
Años de gloria
A pesar de haber logrado el ascenso, el Equipo Corazón no alcanzó, de la mano del «Tucho» Ortiz, buenos resultados y las directivas apostaron por Reinaldo Rueda, quien tras varios momentos críticos logró salvar la categoría al empatar en casa ante Millonarios y la derrota del Bucaramanga que, a la postre, mandó a los búcaros a la B.

Cortuluá volvería a tocar el cielo una década después cuando de la mano de Oscar Quintabani logró el Cupo a la Copa Libertadores 2022. Otra historia para contar.