“No podemos bajar la guardia y por esa razón continuaremos trabajando en los procesos de fumigación espacial y aplicando el larvicida en los sumideros con el apoyo de la Unidad Ejecutora de Saneamiento”, precisó Aguirre Castaño.
En el caso del barrio San Pedro Claver, ubicado en la parte occidental de Tuluá, el funcionario indicó que se han atendido los casos de dengue grave y se hizo en la casa de los pacientes un trabajo de fumigación interna así como de los inmuebles contiguos.
“Es muy importante que la gente atienda las recomendaciones que de manera constante hacemos a través de los diferentes medios y las redes sociales para que se eliminen los inservibles o elementos que permiten que el zancudo se reproduzca”, indicó.
Elementos como llantas, recipientes plásticos o de vidrio sin tapa permiten la acumulación de agua limpia que es el ideal perfecto para que el bicho se reproduzca. Igualmente se debe tener en cuenta los tanques de almacenamiento que para el común de la gente son inofensivos pero son los principales propagadores de la enfermedad tropical.
Las estadísticas
De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud, hasta el corte del 25 de mayo en Tuluá y han reportado en este año 1505 casos de dengue, cifra que supera ampliamente a la registrada en el mismo periodo de 2019.
En la semana 11 del cuadro epidemiológico se reportó hasta 100 o más casos de la enfermedad, pero ya inició el descenso y en el periodo actual el número de casos está llegando a 30.