Ha crecido a base de autogestión de los propietarios que lo han forjado e impulsado, pese al poco apoyo que han recibido de los gobiernos locales.
En la actualidad, la Junta de Acción Comunal está en cabeza de Rubén Darío Hernández Ochoa, un curtido dirigente que ha liderado diferentes procesos en la Villa de Céspedes, siempre pensando en el bienestar colectivo
Después de 18 años de fundación solo el 50% de las calles están pavimentadas.
Esperan pavimentos
Ad portas de las dos décadas de haber nacido, este sector urbano ubicado a escasos cinco minutos del centro de Tuluá, solo cuenta con el 50% de sus calles pavimentadas, razón por la que esperan que en el segundo mandato de Gustavo Vélez, se pueda avanzar en las obras, pues según Hernández Ochoa en el cuatrienio del periodo de John Jairo Gómez no se hizo un solo metro cúbico de los llamados pavimentos gratis.
“Ya las calles 10, 11, 11A y la carrera 27 están en la carpeta de Infituluá y la Secretaría de Hábitat, pero estamos a la espera de la socialización con la comunidad porque hay gente reacia a tomar parte del 50/50 para los pavimentos debido a que ya les pasó que arrancaron, pusieron lo que les correspondía, no se hicieron las obras y después hubo líos para la devolución del dinero”, comenta el dirigente comunal.


¿Qué es lo mejor del barrio y qué le cambiaría?
Lo mejor de la Urbanización Peñaranda es la gente. Son personas trabajadoras, honestas, dispuestas a colaborar y solidarias.
Estamos cerca al centro y poseemos una buena infraestructura de servicios públicos y necesitamos solamente que nos lleguen los pavimentos para ser felices.
Le cambiaría el mal hábito de algunos habitantes que sacan la basura a destiempo y esta es regada por los animales callejeros. Se requiere un cambio de actitud.
Sin sede comunal
Como le sucede a una buena cantidad de barrios tulueños, la Urbanización Peñaranda carece de un sitio digno para que los integrantes de la junta se reúnan de una manera digna. “Una de las propuestas que estamos presentando desde hace varios años es que nos transformen la cancha múltiple en un coliseo cubierto parecido al del barrio Alameda que cumpliría la función de campo deportivo, centro cultural y espacio de encuentro para los adultos mayores y las asambleas de las junta”, precisó el vocero comunitario.
La inseguridad
Una de las preocupaciones que tiene la comunidad de la Urbanización Peñaranda es el crecimiento de un asentamiento subnormal (invasión) en un predio aledaño, pues además de la sensación de inseguridad sienten que sus predios se han desvalorizado por el crecimiento de esa problemática.
