De acuerdo con lo explicado por Pedro Pablo Escobar, quien hace parte de la veeduría de la obra, la filtración de aguas lluvias, que quedan acumuladas en la parte baja de la tarima y graderías, donde están ubicados los baños y oficinas, es uno de los aspectos a revisar. «Las aguas se devuelven por las alcantarillas, y esto puede afectar la obra», indicó el líder comunitario, quien agrega que también hay deficiencias en la protección natural. “Es de entender que es una obra de bien común para la comunidad, pero de no corregir esta situación, no solo se afecta una zona de protección natural, sino que lo pueden convertir en un botadero de escombros», agregó Escobar.